miércoles, 31 de octubre de 2007
Perdidos en Damasco
29-10-07- a Damasco en autobus
Si parece que gran parte de Siria no va a ser a pedales si no en transporte publico. Con 15 dias de visado y visto que el paisaje no es muy atractivo y las carreteras un peligro no nos queda otra. Asi que nos hemos despertado en la casa de Anjed. 6:30 de la manana, hora de levantarse, nos cuesta, no estamos acostumbrados, casi un anio sin saber que se siente al levantarse tan temprano. Nos traen galletas y un vaso de leche caliente con azucar, buena manera de comenzar el dia. El autobus alas 7 y la bici pinchada aunque no importa ya que va en el maletero. El autobus aunque por fuera parecia decente por dentro demacrado. Aqui no sirven nada como en los autobuses turcos, tampoco hay numeros en los asientos, y estos bastante tumbados del uso supongo ya que no es frecuente el sobrepeso. El chico que hace de sacarino nos pone en la primera fila detras del conductor. La parte delantera es la mas curiosa, el techo decorado con madera y un gran circulo con letras arabes, los asientos parecen estar muy por encima del chofer y todo tapado con grandes cortinas asi que esta dificil ver la carretera. La parte del chofere y su acompanante zona de fumadores. El pueblo que coavita en el autobus de lo mas curioso, hay militares, de traje, con chilaba y palestino en la cabeza, y mas de uno roncando placidamente. Asi que todo un cuadro y nosotros los privilegiados charlando y fumando con el chofer. Al llegar a Damascus sacamos las bicis y como quien no quiere la cosa a pedalear. El trafico es agobiante, si en la carretera sufriamos viendo como ivan coches en direccion contraria, motos, y cristales por todos lados aqui es peor. Mogollon de coches que se cruzan y pitan, eso si que hacen bien pitar a todas horas, pero ya expertos en esquivar vehiculos hasta el centro. Por la parte vieja perdidos sin encontrar donde dormir al final encontramos zona de hoteles y preguntando y preguntando todos llenos, tiene cojones hoteles de 5 plantas llenos. Ya con hotel a ver que nos deparaba la ciudad, y otra vez perdidos sin mapa ni guia pero con motivacion. Ver el zoco, la mezquita que es grandisima y el la que si no eres musulman hay que pagar. Nosotros sin problemas para dentro, no se por que sera pero pasamos como parroquianos. Al final encontramos al anochecer la magia de la ciudad, la parte vieja en la que hay callejuelas con alguna terraza en la que tomar te y fumar una buena pipa de agua, un helado en el zoco y con buen feling a nuestra morada.